
El proyecto de reforestación fue establecido en el área de circunvalación del cerro de Batipa, hasta la costa de 200 metros sobre el nivel del mar. A partir de esa cota se constituyó una reserva de vida silvestre que se conecta a los manglares mediante una red de corredores biológicos que permiten la libre movilidad de la vida silvestre entre ambos bosques.
El primer trabajo consistió en establecer los viveros a partir de semillas obtenidas, con el permiso de don Victor Méndez en su finca con árboles de teca de 40-50 años de edad, en la cual fueron seleccionados los árboles con la mejor conformación.
A partir de esto, fue establecido un plan de siembra de unas 100 hectáreas por año, hasta completar el proyecto en 2008, incluyendo la construcción de caminos para la delimitación y manejo de las plantaciones, el deslinde de las mismas respecto a la reserva de vida silvestre, y la protección en caso de fuego.
Lea más sobre el proyecto